08 de gener 2012

Dóna'm el teu silenci

Sentada en la cama, como cada noche, la mirada fija en la llama de la vela, volvió al recuerdo de esa noche...noche en la que su vida cambió, sin ni siquiera pedirle permiso.

Estaba frente a mí, agitando sus enormes brazos, ira en su mirada y gritando como no había pasado antes. Intenté calmarle, pero no atendía a razones, fui al garaje con la intención de quitarme de su vista y que nuestro hijo no viera tal situación. Vino tras de mí sin parar de gritarme.


  
No recuerdo que contesté pero hubiera sido mejor quedarme callada. Recuerdo su puño... yo pidiendo auxilio e intentando protegerme con mis brazos, me llegaba el llanto de mi hijo y corrí hacia él para abrazarle, protegiéndole de todo lo que no debía haber presenciado... estábamos los dos en el suelo, llorando, llorando le besaba y le decía que estaba allí, que no pasaba nada, pero su mirada inocente era todo un signo de interrogación. Cuando pude tranquilizarle, EL se había ido, el miedo inundó mi razón, paralizándome, no sabía si quedarme o salir corriendo. Mi mente se bloqueó, como si realmente no hubiera sucedido, bañé a mi hijo, le dí la cena y le dejé dormido en su cama. Estaba ausente, como si estuviera viviendo un sueño. Empecé a notar un frío extraño, corrí al baño. Cuando pude levantar mi cara, mirándome al espejo, entendí que no había sido un sueño y que la realidad superaba toda pesadilla, mi corazón paró de latir, se había convertido en un bloque de hielo.
Y con los ojos llenos de lágrimas, volvió a la triste realidad, en busca del calor de esa llama, deseando que fuera ésta la última vez que pudiera recordar esa triste noche... noche en la que su corazón paró de latir.
sa lluna

4 comentaris :

  1. Si m´estimes ...
    no em cridis
    no m´insultis
    no em peguis
    no em violis
    no em matis
    ... Estima´m
    ¡Diguem NO a la violència de gènere!

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  2. ja tens bona rao...
    ningu tindria que viure situacions aixis
    una abraçada per tu i per les persones que viuen aquestes tristes situacions

    jo tambe hi dic NO!!

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  3. ¡Qué tristeza! Que el tiempo haya curado todas las heridas después de diez años, en la medida en que esto sea posible.

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    Respostes
    1. El tiempo pasa, pero las heridas nunca se olvidan...

      Aferradetess, Sean.

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